podemos establecer algunas relaciones entre ellas que son válidas para cualquier valor del ángulo.
Por ejemplo, si elegimos cosecante y tangente de un cierto ángulo orientado β y multiplicamos, tenemos:
Esto significa que, cualquiera sea el valor del ángulo β, la cosecante de ese ángulo β multiplicada por la tangente de β da como resultado la secante de β.
La elección no es casual: hemos elegido dos funciones para las cuáles se pueda hacer alguna simplificación al multiplicarlas.
Análogamente, podemos elegir dos funciones para las cuales se pueda simplificar al dividirlas:
Otras identidades importantes son las llamadas pitagóricas:
Cualquiera sea el ángulo α, xα e yα son los catetos y r la hipotenusa de un triángulo rectángulo, por lo cual, verifican el teorema de Pitágoras:
Si a esto agregamos que:
entonces: